Transcurrían los primeros días de octubre y en su curato en Carácuaro el noble cura recibió noticias del levantamiento en armas de Hidalgo, inmediatamente se dirigió a Valladolid para corroborar la certeza de los rumores. Al confirmar sus ideas, dejó detrás los llamados hechos por su conciencia a disuadir sus impulsos y fue tras las tropas insurgentes.
Con información referente a que las tropas de Hidalgo se dirigían a la capital de la nueva España, el 19 de octubre salió de su curato esperando tener suerte y alcanzar al padre de la patria.
Después de recorrer más de 100 km de camino el rayo del sur alcanzó a Hidalgo en el pueblito Charo, pero pospusieron su entrevista para el día siguiente para encontrarse un poco más descansados. Continuaron su trayecto y en Indaparapeo el 20 de octubre comieron juntos y al termino de sus alimentos se excluyeron un poco del grupo para platicar.Morelos se puso a las órdenes de su antiguo Profesor para ser su capellán.
Hidalgo preguntó a Morelos si se encontraba dispuesto a cambiar toda una vida de tranquilidad por ideales aventureros. El gallardo jinete dejó en claro su empatía con la verdad y la justicia del movimiento, dando amplia importancia a la libertad.
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