El LAGO DE PATZCUARO, SUS ALREDEDORES Y SUS ISLAS
Al pie de la eminencia donde se yergue la ciudad de Pátzcuaro, se halla su lago, de agua dulce y potable, encerrado dentro de un bello paisaje que forma su propio vaso, sus islas, los cerros que los circundan y los pueblecillos diseminados por toda la ribera. En verdiazules auges se producen las siguientes variedades de peces: pescado blanco, perca negra, acúmara, tiruhs, cuerepo, sardina, y mojarra, así como el camarón chico y el ajolote.
PESCADO BLANCO: Es un pez de muy fina carne que por sí solo bastaría por dejar bien sentada la fama del lago como deposito pesquero; llega medir alguna veces hasta más de cincuenta centímetros.
PERCA NEGRA: En Pátzcuaro se le conoce como trucha, de sabor agradable. Los michoacanos están ya habituados al sabor del pescado blanco por eso no aprecian mucho esta variedad.
ACÚMARA: Esta variedad no es muy abundante, es de exquisito sabor, distinto a los dos anteriores. En la época apropiada que son los meses de febrero, marzo y abril es cuando es comestible.
ACHOQUE O AJOLOTES: Es este un anfibio cuya piel contiene gran cantidad de aceite, se usa en la preparación medicinal conocida como el nombre de “JARABE DE ACHOQUE” la que según parece magnífico para las enfermedades de los bronquios y del pulmón.
Les comparto mi poema, inspirado en la bellísima . . .
ResponderEliminarISLA DE JANITZIO
La diestra en lo alto,
a tu gloria exalto,
el puño en el cielo,
buscando un anhelo.
Isla de Janitzio
de la paz resquicio,
cabello de elote,
el lago tu escote.
Lugar de unos cuantos,
algunos muy santos,
de sangre lacustre,
territorio ilustre.
De Pátzcuaro orgullo,
Michoacán es tuyo,
México y el mundo
te siguen el rumbo.
Estás presente en la mente
del viajero, de la gente,
Jarácuaro y Urandén,
no sienten por ti desdén.
¡Porque engrandeces el sitio!,
porque estás desde el principio
al centro de la región
y en turismo eres bastión.
Desde arriba patos,
que vuelan muy gratos,
me dan bienvenida
hasta mi partida.
Te miro junto a Tecuena,
donde quise a mi morena,
bella Yunuen y Pacanda,
a esa virgen una manda.
Tu acuático lirio
querer con delirio,
como terso anzuelo
para un desconsuelo.
Mariposas redes,
quedo a sus mercedes,
mi enamoramiento
hasta el firmamento.
La barca se mece,
el verte enternece,
en el frente el faro
y un lecho preclaro.
Las boyas me guían,
pues en mí confían,
hacia vida aislada
por agua rodeada.
Cintilan las luces
de tu alrededor,
la corte de peces
se forma en tu honor.
Janitzio y montañas,
canto a sus hazañas,
bóveda celeste,
firmamento agreste.
De plata es la luna,
con figura de uña,
que, como ninguna,
tu destino acuña.
En comercio y pesca;
gente pintoresca,
amable, agradable,
¡que su casta hable!
Purépecha idioma
que el oído aroma,
lengua cantarina
que la voz afina.
Son blancas tus casas,
algunas grisáceas,
rojizas sus tejas,
focos candilejas.
Todo hermano visitante
se encariña en un instante,
de tus lindos rinconcitos,
de tus oleajes bonitos.
Cualquier alma apasionada
busca en ti cordial posada,
tierno amor a la medida
que no tenga despedida.
Muchas fiestas,
baile, orquestas,
la comida ni se diga,
¡Jesucristo te bendiga!
En noviembre, día de muertos,
brillan tumbas, frescos huertos,
redimidos corazones
con latidos de ilusiones.
Te llevo en mi pensamiento,
te lo juro que ya siento . . .
la ilusión de ver a Dios
antes de decir . . . ¡adiós!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Isla de Janitzio, Michoacán, 02 de noviembre del 2010.
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