lunes, 20 de febrero de 2012

MORELOS EN PAÑALES

Nació el 30 de septiembre de 1765 en la provincia de Michoacán, Valladolid, en la meseta del ondulante valle de Guayangareo y luego fue bautizado en la catedral; sus padrinos fueron Lorenzo Zendejas y Cecilia Sagrero, los mismos de la boda de sus padres. José María Teclo fue el segundo hijo de Juana Pérez Pavón, mujer fuerte como una yunta, de quien heredo su fuerza y coraje. Antes de que el viniera al mundo nació Nicolás y después Antonia, su quedísima hermana. Su padre se llamó Manuel, de oficio carpintero, sus pasiones eran jugar y beber. Dejó a su madre cuando apenas cumplía los nueve años y se llevó a Nicolás a San Luis Potosí. Vino la pobreza y también la compañía de su abuelo José Antonio, durante cinco años. Luego murió y se fue con su tío Felipe a la hacienda Tahuejo, quien lo hizo arriero y jornalero.

FAMILIA DE MORELOS

Su padre se llamaba Manuel Morelos y se dedicaba a la carpintería. Nunca asistió a escuela alguna y su vida fue muy pesarosa y triste. A pesar de que era un hombre trabajador y amaba su oficio, no pudo dar a su familia una vida cómoda y placentera. Después del nacimiento de Morelos en Valladolid tuvieron que partir hacia la hacienda de Sindurio, donde su padre consiguió empleo fabricando los muebles, los interiores de los establos, las carretas, las sillas de montar… en fin, era muy ardua su labor, pero prácticamente su sueldo era bajo y apenas alcanzaba para subsistir humildemente.

El nombre de su madre era Juana Pavón. Su padre fue maestro de escuela en Valladolid, por lo cual aprendió a leer y escribir. Ella le ayudaba en lo que podía a su marido, además de que mantenía limpios los cuartos en que vivían y se ganaba un dinero extra en la cocina principal; para su familia hacía deliciosas comidas con alguna carne y sobrados frijoles, tortillas recién hechas por sus manos cariñosas, ricas aguas de sabores, todo esto en un ambiente amoroso y tranquilo.

Sus padres eran españoles. Por tal razón el era criollo, es decir, hijo de españoles, pero nacidos en México. Seguramente con algo de sangre indígena, a causa del color moreno de su piel y sus rasgos físicos. Se dice que los apellidos “Morelos” y “Pavón” no son castizos, ya que sus antepasados se llamaban Sandoval y al ser vendedores de moras les decían “moreros” y después, por corrupción de las palabras, “Morelos”. Asimismo “Pavón” venía a ser aumentativo de “pavo, tocante al color azulado del rostro de sus miembros”, concluyendo que era mestizo. ¡Valla combinación! Pero resulto ser más mexicano que el chile.

Tenía dos hermanos menores: María Antonia y Nicolás, quienes completaban su familia. Vivían felizmente con cariño y amor que les daban sus padres, hasta que un día cuando Morelos cumplió los siete años, murió su padre. Su atmosfera de afecto y de seguridad moral y material quedó destruida.

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