lunes, 23 de enero de 2012

OBRA EDUCATIVA DE CÁZAREZ, EN LA DIÓCESIS DE ZAMORA, MICH.


El Seminario de Zamora no sólo cambió de edificio con la construcción del suyo propio, sino también de objetivos y de Planes de Estudio. En cuanto a lo primero, además de las razones dadas arriba, el Señor Cázares, principal actor de tales cambios, sabía que la sociedad necesitaba, no sólo de Sacerdotes (100 alumnos internos), sino también de hombres formados cristianamente. De ahí la admisión de jóvenes que, aunque no aspiraran al Sacerdocio (300 alumnos externos), se formarían en aquellos principios (él era un ejemplo vivo de aquello). Los graduados en aquel Seminario se distinguieron como Sacerdotes (no fueron ya los “sancochados”, como nos dice Don Luis González González) y como laicos, en el campo del Derecho, de las ciencias, de las artes y de la cultura. Por lo que se refiere a los Planes de Estudio, se tuvo en cuenta ciertamente el darle gran importancia a las ciencias positivas (recordemos que el liberalismo asestó un fuerte golpe a las humanidades y, por la influencia francesa, se implantó el Positivismo), pero sin descuidar las humanísticas. Además siendo el Señor Cázares abogado y de gran apertura intelectual, los Planes de Estudio tuvieron una marcada preferencia por las materias relacionadas con la jurisprudencia.
Desde su llegada a la Diócesis el obispo Cázares privilegio atención al Seminario tanto para la formación del clero, que en aquella época era escaso, como para poner al alcance de la juventud de la región una escuela de estudios superiores, especialmente de Teología y Derecho.

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